Cuando tu personalidad no sos vos:

Cómo las estrategias de seguridad moldean tu identidad (y cómo empezar a soltar sin culpa)

Lo que llamamos personalidad es, muchas veces, una mezcla entre lo genuino y lo aprendido para sobrevivir.
— Gabor Maté

¿Y si no sos quien creés que sos?

Y si esa parte tuya que se esfuerza por complacer, por rendir, por evitar el conflicto, por sostenerlo todo aunque te esté pesando...
no es tu esencia, sino una estrategia antigua de protección.

Esto es una invitación seria a dejar de identificarte con lo que tu cuerpo y tu mente hicieron para sobrevivir.

Porque muchas veces, lo que llamamos “personalidad”… es simplemente una respuesta automatizada al dolor no procesado.

Personalidad vs. Estrategias adaptativas: una distinción vital

Desde el enfoque psicoterapéutico basado en trauma, comprendemos que no toda conducta estable con el tiempo constituye un “rasgo de personalidad”.

Muchas personas no son controladoras por naturaleza.
No son complacientes ni camaleones porque lo eligen.
No viven en alerta constante porque "así son".

Son personas cuya historia relacional (infancia, vínculos, cultura emocional) las llevó a estructurarse emocionalmente en torno al miedo, la autoexigencia y la desconexión del propio deseo. Yo también sé lo que se siente.

Y como explica Gabor Maté:

"Nos volvemos quienes necesitamos ser para que nos amen, no quienes realmente somos."

¿Te sentís reflejada/o en alguno de estos patrones?

  • ¿Sentís que tenés que demostrar valor todo el tiempo?

  • ¿Sos la que resuelve, la que puede con todo, pero no sabés cómo pedir ayuda sin culpa?

  • ¿Te cuesta parar, descansar o no estar disponible?

  • ¿Tu cuerpo está tenso incluso cuando todo parece “estar bien”?

  • ¿Sentís que no podés poner límites sin miedo a perder el amor del otro?

  • ¿Te hiperajustás al entorno y después no sabés quién sos realmente?

Todo eso no es tu esencia. Es tu historia emocional codificada en el cuerpo. Es una estrategia de seguridad, no una sentencia.

El trauma no necesariamente se recuerda: se encarna

Bessel van der Kolk, en su obra El cuerpo lleva la cuenta, demuestra que el trauma no se almacena solo como recuerdo, sino como patrón neurobiológico y muscular.

¿Tenés la mandíbula tensa casi todo el tiempo?
¿Vivís entre la acción y el agotamiento emocional crónico?
¿Estás acostumbrada/o a no necesitar… pero en secreto, necesitás muchísimo?

El cuerpo lo aprendió.
Y el cuerpo puede desaprender.

Peter Levine otro gran experto en la materia, se refiere a la memoria corporal congelada

Peter Levine, creador del enfoque Somatic Experiencing, nos ayuda a entender por qué a veces nos sentimos “bloqueados” o “paralizados” sin razón lógica.

“El trauma es el residuo de una experiencia abrumadora que no pudo ser procesada adecuadamente por el sistema nervioso.”

No sos perezosa/o.
No estás roto.
Estás atrapada/o en una respuesta antigua que tu cuerpo cree que sigue siendo necesaria. Llegar a la verdad puede ser doloroso y a la vez, es lo que realmente libera. 

Salir de la trampa del "así soy yo"

La personalidad, cuando es una armadura, se vuelve cárcel. Y cuando sólo mostramos máscaras, permanecemos siendo desconocidos para nosotros y los demás.
Y muchas personas se quedan allí por años, confundiendo estructura con esencia, adaptación con identidad.

Sanar, en este sentido, no es arreglarte.
Es volver a casa. A tu cuerpo, a tus necesidades, a tu autenticidad emocional.

¿Y si pudieras empezar a soltar… sin culpa?

Sanar no es lineal. Pero es posible. Para mí es un aprendizaje en el que no basta con entender el manual, además hace falta práctica y aunque pueda ser incomodo, a veces puede sentirse como volver a pasar por lo mismo, con la diferencia de que podemos ir respondiendo distinto y entonces ya no vernos en un circulo sin fin, sino andando como en un espiral ascendente.

Requiere valentía para mirar con honestidad, para dejar de justificar lo que ya duele, para no sentir culpa por querer vivir distinto.

No necesitas seguir siendo la persona que aprendiste a ser.
Podés redescubrirte y para mí viene siendo asombrosamente hermoso.
Podés salir del personaje y desde otra mirada, otra flexibilidad, otra corporalidad, dejarte sorprender por como se empieza a mostrar el mundo y vos a habitarlo.

¿Estás en esa bisagra? No estás sola/o

Trabajo con personas que saben que algo tiene que cambiar, pero que aún dudan de si es el momento.
Te entiendo. Porque muchas veces el obstáculo no es el “no saber”, sino el miedo a dejar de sostener la armadura y la incertidumbre de no saber quién seré sin esa máscara.

Si estás en esa bisagra entre saber que algo tiene que cambiar y no saber por dónde empezar, podemos tener una primera conversación para que me cuentes qué estás necesitando.
Es un espacio de escucha, no de juicio ni presión.

Desde el lugar del mundo en el que estés, podemos coordinamos un espacio breve para ver si mi enfoque es lo que estás buscando.

Que tu corazón despierte en Presente Continuo.

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